Casos, cosas y básicos
Éste viaje a New York se sintió como la primera vez por muchas razones.Hacía muchos, pero muchos años que no iba, la última vez había subido a las torres gemelas.
Era la primera vez que iba en invierno, era la primera vez que iba desde el oeste de USA al este. Era la primera vez que no la iba a recorrer caminando, era la primera vez que no iba a estar hospedada al lado del Central Park y era la primera vez que iba a ir sin mi papá.
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La gran manzana te recibe en el aeropuerto JFK. |
El hotel lo elegimos por la combinación de precio, ubicación y accesibilidad. De eso hablaré en otro post, pero el CAMBRIA en la calle 28 nos encantó. Al llegar una sorpresa más tenía mi scooter esperándome en la habitación, listo para salir a la aventura, sobre la que luego también les contaré...
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Por la Bicisenda de Broadway, camino a Max Brenner, 841 Broadway Para mí el km 0 en momento de frío! |
Recorrer una ciudad en silla o en scooter hace que la temperatura sea aún menor a que la de quien vá caminando. La razón es sencilla, el esfuerzo lo hace el scooter, y a uno le queda el vientito en la cara, las manos y todo el cuerpo. También es real que al ir sentado te podés abrigar más sin miedo a que se te caiga la ropa o sea incómodo.
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World Financial Center, copia idéntica al que había antes del 11 de septiembre. Me dió una sensación muy difícil de describir. |
Al llegar teníamos planes para conocer diferentes lugares, luego el clima reorganizó nuestra agenda. Al tercer día, nos levantamos con otra sorpresa más, New York nevada, tres semanas antes de la primavera la ciudad se vistió de blanco una vez más y nos regaló una tarde con sol y muuucho frío.
Caminamos y rodamos la ciudad mayormente juntas, hicimos y conocimos lugares preciosos a los que nunca habíamos ido. Sólo repetimos un lugar que ya no era el mismo, el World Trade Center, donde estaban las torres gemelas y el World Financial Center, las torres más bajas de alrededor aún más cercanas al río.
En dos ocasiones una por la tarde y otra por la mañana salí sola porque el frío era tan intenso que mamá sentía que no podía disfrutarlo.
Claro que conozco muchísima gente que camina con dificultad que JAMÁS SUBIRÍA A UN SCOOTER, y que se caminó todo New York, sólo digo que hacerlo en un scooter es cómodo y sobre todo POSIBLE. Todos los colectivos son accesibles, sean que tienen piso bajo o escalones. Gran parte de la red de subtes también es accesible.
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En el bus sobre mi scooter en espacio reservado |
Si bien ví taxis accesibles, el precio de los taxis en New York sumado al hecho de tener que llamar y esperarlos es sumamente tedioso.
Los buses vienen bastante seguido, son accesibles y tienen calefacción. Yo no abonaba y mi mamá pagaba con una METROCARD, que es como la SUBE de ellos. Como la ciudad es tan geomética en general los buses van de norte a sur y de este a oeste, si en tu recorrido tenés que hacer una L, te subís y pedís un TRANSFER TICKET, que es lo que te permite subirte alotro bus sin volver a pagar la tarifa.
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Dato: nunca hay mucha gente en los buses y son todos absolutamente accesibles!!! |
Al estar hospedada en la calle 28 west entre la avenida 6ta y 7ma anduve por lugares en los que en viajes anteriores miraba desde el afamado bus rojo.
Para que se ubiquen tenía el High Park, Empire State, la Biblioteca, Union Square y Broadway muy cercano, muchas veces en mi paso de ida o vuelta a algún lugar. La zona parece asediada por las obras, por lo cual andar por las veredas era una verdadera aventura. Igualmente cada obra genera un paso peatonal ACCESIBLE, porque sino le ponen una multa más cara que el metro cuadrado que construyen.
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Radio City Music Hall al lado del Rockefeller Center. |
Otra razón por la cual ví a la ciudad tan diferente es porque mutó como todas las grandes ciudades a un proceso de PEATONALIZACIÓN, aún incompleto pero en contínuo desarrollo.
Tuve sentimientos muy dispares y encontrados, por un lado me gustó como siempre, por otro lado la ví un poco apagada, ocupada y en pleno crecimiento. Me pareció que cada uno caminaba ensimismado en su historia o apurado. El tema es que llegar a NewYork desde Las Vegas, es como caer muy pronto en la realidad de que ésta es primero una ciudad de TRABAJO, luego una ciudad TURÍSTICA, y por último LA CIUDAD DE LOS SUEÑOS DE MUCHOS.
En Greeley Square Park, calle 32 y 33 entre Avenida 6ta y Broadway. |
Había sentido el calor aplastante de New York en agosto y en esta ocasión sentí el frío congelante, que como único premio tuvo verla nevada por un rato.
Volveré, porque siempre se vuelve a esta bella, gigante e inabarcable ciudad.
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Andando en scooter por la bicisenda con taxi de fondo y todo |
Sólo para nombrar algunos, el taxista, el curador de arte que nos contó que Buenos Aires era una de sus ciudades preferidas, y luego de sopetón nos regló su Metrocard para disfrutar de SU ciudad. Un empleado de Amy's Bread en Chealsea Market, con quien tuvimos una de esas charlas de la vida, que hacen que tu día valga la pena y cada uno de los amables empleados del hotel Cambria, dos nombres que son los que más recuerdo, Héctor el ingeniero y Ángel el encargado de seguridad. Como verán este viaje tuvo momentos, gente y nombres muy especiales...
New York esperame con los brotes de primavera y tus tulipanes o tus hojas multicolor en el Central Park, volveré y le sacaré chispas a las ruedas del Scooter!!!
Si querés saber dónde me hospedé, no te pierdas éste post sobre el
CAMBRIA HOTEL, PRIMAVERA ETERNA EN NEW YORK
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