lunes, 31 de julio de 2017

200 metros de libertad


A ella le gusta que le llamen EL
TRANSPORTADOR. En rigor es mi compañera
de aventuras pero también la que me
acompaña, la más de las veces en silencio.
Anduve libremente paseando con el scooter por la zona de Av Corrientes y Callao, fue para hacer tiempo.  

Me habían invitado a un programa de radio y la misma quedaba en aquella famosísima esquina.

Me encontré con: veredas en bastante buen estado, una calle, más bien un pasaje hecho peatonal y rampas en las esquinas correctamente hechas y transitables. 

Me invadió una extraña sensación de libertad, con la que me sentí genial! 

Baldosas con luces al principio
del Pasaje donde se ve también
la curva que hace el Pasaje.
Es cierto que fueron 200 metros y no dos kilómetros pero esa sensación no te la quita nadie. 

Aparte se me recreé la vista con muchos colores a pesar del invierno. Hasta hice compras, callejeras y en un negocio al que entré con el scooter sin problemas a nivel.

Llegué temprano porque es una esquina siempre complicada por temas de tráfico y aparte era el primer viernes de vacaciones de invierno.

Monté a Plummy, mi scooter plegable color ciruela, y me dispuse a disfrutar un rato de la ciudad a la hora más linda, el atardecer.

Paramos el auto del lado izquierdo para armar el scooter, ya que del otro lado es el carril de los colectivos.

En medio minuto llegué a la esquina del Pasaje pedestre Santos Discépolo. Es un pasaje que se encuentra  en la manzana delimitada por la Av Callao, Lavalle, Riobamba y Av Corrientes. La cruza diagonalmente pero de manera ondulante. Eso agregado a los edificios que lo flanquean lo hace un rincón muy parisino. 

Para los que no lo conozcan aún les dejo una foto del plano, porque a veces es lindo redescubrir la ciudad en la que vivimos.


La línea verde marca el camino que hice cuando bajé del auto y hasta llegar al Teatro Picadero, la naranja como volví por el pasaje, se corta en la radio y sigue luego hasta la esquina de LA ÓPERA donde cenamos.



Entrada de Café Martínez al principio del
Pasaje, con la rampa de material hasta el
escalón de mármol. 
Al llegar a la esquina de Callao y el pasaje recordé que en esa esquina TODA LA VIDA hubo un bar, ahora es un Café Martinez. 

Segurísima que un bar tan antiguo no tendría accesibilidad apenas atiné a mirar su entrada. 

Descubrí con sorpresa que hicieron una rampa de material que llega hasta el añoso escalón de mármol de su entrada, lo adoré! Pero no quería tomar algo, quería pasear, asique seguí de largo.


Vista desde Plummy, encerrado en amarillo
la parte hundida de la vereda, al lado de los
bancos negros, rodeados con figuras verdes.
Ese Pasaje es muy parisino. Desde que lo hicieron pedestre y con iluminación en el suelo quedó aún mejor. Sería ideal si peatonal de la vereda no estuviera percudida, hundida o con agujeros. 
Por ejemplo al lado de un banco de descanso, ya que es peligroso para quien lo usa y luego debe pararse para seguir caminando.

En la mitad del Pasaje está el teatro EL PICADERO. 

Otra vez desconfiada apenas miré esperando encontrar un escalón para entrar pero, NO HABÍA! 


Entrada del Teatro donde se aprecia que la
entrada es a nivel.
Entré raudamente, al teatro y observé lo acogedor que se veía el restaurante, en la planta baja. 

Luego una barra desde donde salían los mozos con tragos y platos. 

Inmediatamente después ví la boletería y arriba y al costado los afiches de las obras que estaban en cartel. Varias llamaron mi atención incluso la que era para los niños.

El teatro y el restó tiene un baño accesible y un ascensor para subir a la sala. 

El interior del restó, mesas, sillas, madres con los hijos luego de la obra para niños en horas de la tarde.

















La hora de ir a la radio se acercaba, casi no podía arrancarme del teatro, pero tenía que hacerlo. 


Flores en Lavalle y Callao le daban color a
toda la esquina.
Me fui con la felicidad de saber que puedo volver a ver cualquiera de las obras. 

Antes o después disfrutar del Restó y último pero no por eso menos importante IR AL BAÑO.  

La simpleza de todos esos pequeños grandes detalles es lo que me hizo sentirme libre en un recorrido de apenas 200 metros. 

Volví por el Pasaje desandando el camino por donde había accedido hacia Callao, volví a mirar la rampa para entrar al café, y reconfirmé que era real. Tres metros después crucé por la rampa de la esquina Callao hacia la otra vereda, donde había dos rampas y usé la que estaba en mejor estado. 


Mesa de trabajo del señor de los mandalas.
Al subir, una explosión de colores invadió mis ojos, era un puesto de flores que tenía la vereda un poco invadida, tenían de todo, plantines, plantas, sahumerios, flores y hasta mis flores preferidas en maceta, tulipanes. 


El señor de los mandalas.
El tiempo se agotaba, asique tomé un par de fotos y seguí.

Pero fue sólo por veinte metros. Allí, no pude creer lo que veía, un señor, como en su mundo haciendo mandalas con unas reglas con círculos y engranajes que no veía desde que era pequeña. 

Paré nuevamente y le compré una antes de seguir. 
Como él estaba sentado en un banco y tenía una mesa improvisada nuestra charla fue cara a cara, amena y parecía que el tiempo se había detenido. Como fuera de la realidad bulliciosa de la avenida. 


Con Inés en el ascensor accesible.
Chochas!
Me dió un papel con ejemplos para imitar y me dijo: igual ponés esta palabra en Youtube y te aparecen muchos videos más. 

Antes de reirme por el paso del tiempo y la inserción de la tecnología, apareció María Inés que no podía creer como tardaba tanto en hacer 50 metros cuando iba montada en un bólido que iba a 8km por hora...

A sabiendas de cómo puedo ser, vino a buscarme y me arrancó del puesto del señor. Hicimos media cuadra y entramos al edificio donde estaba la radio, A NIVEL, un lujo, llamamos el ascensor y entré con el scooter, otro lujo, al departamento donde estaba la radio y hasta el estudio. 


Dentro del estudio con todos
participando.
El programa estaba concurrido, hablamos de todo un poco, sobre accesibilidad en turismo, en la calle, en los medios de comunicación y también en los gráficos.

Dejé unos ejemplares de REVISTA FRONTERA que servirán para el taller de los jueves.

Terminamos el programa y luego de vestirnos hicimos la foto grupal antes de irnos de a poco. 

Salimos a la calle, Av Callao, doblamos hacia la izquierda camino a la esquina de Corrientes, luego de 20 metros otro de mis negocios preferidos, una LIBRERÍA. No pudimos evitar tentarnos y hacer una comprilla con Inés, los hombres siguieron hacia la pizzería, las mujeres sucumbimos ante los artículos de papelería en Librería Levalle, entré y pude recorrerla a nivel con el scooter, qué placer!


 Foto de grupo. Casi todos estábamos adentro del estudio, cuando salimos pienso que se achicó.



El que más comida tiene... es el que
más habla, o no?
Finalmente llegamos a LA ÓPERA, la legendaria pizzería de Callao y Corrientes. Pude entrar con el scooter, por Callao a pesar de tener un desnivel de 3 cm aproximadamente que es de mármol.

Comimos, hablamos y reímos. Un fin de fiesta perfecto. 

No nos privamos de nada y soñamos nuevos caminos para que la ACCESIBILIDAD llegue a más gente en diversas formas. 

Nos nutrimos de la experiencia de María Inés que anda ahora viviendo por el país del norte.

Espero pronto tener más noticias!



Si te gustó este post podés leer otros sobre DESTINOS, HOTELES, SERVICIOS o AYUDAS TÉCNICAS. Abajo les dejo algunos links.

AYUDAS TÉCNICAS General e Indice.


BARCELÓ MAYA CARIBE

DESTINOS: VENECIA, 10 Tips

SERVICIOS: Cancún Accesible

martes, 18 de julio de 2017

AYUDAS TÉCNICAS - GENERAL e ÍNDICE

Recorriendo New York en scooter, una
buena experiencia.
Link: NEW YORK en SCOOTER
Las ayudas técnicas son productos, servicios o afines que sirven para lograr que la vida sea vivida en las mejores condiciones de autonomía posible.

Para agregar al concepto podemos citar,

PRODUCTOS: barras fijas, móviles, rebatibles, neobidet, sillas posturales, sistemas de sujeción para automóviles, bastón, muleta, silla de ruedas, grúa, pie de giro, pinza extensible, bipedestadores, .

SERVICIOS: Subtitulado (para personas con discapacidad auditiva) también conocido con el nombre en inglés de CLOSED CAPTION y Audiodescripción para personas con discapacidad visual.

AFINES: es la combinación de un producto y un servicio, por ejemplo en el caso de un scooter, lugar donde probarlo o donde alquilarlo para ver si es de utilidad.

Suelo hacer revisiones de productos en general que uso para darlos a conocer. 

El paso del tiempo y las consultas que llegan al blog me pusieron frente a una nueva realidad.
El ámbito de la accesibilidad es tan amplio y concerniente a tan diverso número de necesidades que decidí que los productos o servicios que yo no use pero que sean aconsejables tendrán un lugar en el blog a través de entrevistas a sus creadores, vendedores y también a sus usuarios. 

Así voy a ir agregando en este POST TODOS LOS LINKS de los relevamientos efectuados sobre AYUDAS TÉCNICAS.

Aquí les dejo algunos que ya seguramente han leído, pronto se agregarán más.

El link está debajo de cada foto.
Cada vez que precisen saber sobre AYUDAS TÉCNICAS vuelvan a abrirlo e irán encontrando las nuevas notas. 













domingo, 9 de julio de 2017

FRONTERA - PARÍS antes de PARÍS


Tapa de la revista FRONTERA, 
en el que apareció publicado el artículo.
Una vez más la revista FRONTERA gustó de mis escritos y publicó una nota, esta vez el tema fue: LA PREVIA DE UN VIAJE, lo que uno piensa que se va a encontrar, las expectativas y los miedos.
DESTINO: PARÍS.

La revista ya en su número 20, sigue creciendo con artículos de gran interés para todo el área de la accesibilidad. 

Una de las partes que siempre me atrapa son los nuevos productos que se comercializan en Argentina y aún más los que se inventan, crean, desarrollan y ven la luz en nuestro país.

Con un tono ameno, con rigurosidad en la elección de los temas y os profesionales que los abordan.

En este número hay una nota muy interesante sobre el uso del cannabis para los pacientes que tienen epilepsia.

Es posible comprar la revista en los kioscos de diarios en todo el país, pero lo mejor para no perderse ninguna novedad es suscribirse, NO SE LA PIERDAN!!!

Para quienes no pueden leer el artículo desde las fotos pueden hacerlo visitando  el link haciendo click debajo de estas palabras.

Del mismo modo pueden leer los subsiguientes artículos sobre el destino, servicios turísticos y de transporte.

PARÍS ANTES DE PARÍS un post sobre lo que esperaba de este viaje! 

También  pueden leer el post de París luego de estar allí.
PARÍS, LA EXPERIENCIA Y EL SÍNDROME

Un poco sobre el TRANSPORTE cuando vas en silla o scooter en París.
PARÍS - Transporte 


Foto con la primera parte de la nota y un dibujo que me mantenía cerca de París.

Foto con otra parte de la nota e imágenes que juntaba mientras esperaba volver a París.

Última parte, foto de pequeña en París y algunos links del blog.

OTROS ARTÍCULOS EN REVISTA FRONTERA

AL SHOPING CON UNA NUEVA REALIDAD Un acercamiento a las ayudas técnicas que se precisan cuando aparece alguna dificultad para caminar. El shopping como lugar de prueba de un scooter.

DESTINOS INCLUSIVOS PUERTO MADRYN, Destino que se ocupa de la accesibilidad en los ámbitos públicos, privados y de transporte.

ESPECIAL TURISMO ACCESIBLE EN ARGENTINA   Una mirada general sobre el Turismo Accesible en Argentina con entrevistas, nota en colaboración.

UN RECORRIDO POR PENÍNSULA VALDÉS Un poco más de detalle sobre todas las actividades para hacer en la Península.

sábado, 1 de julio de 2017

EL VIAJE, etapas, recuerdos y otras yerbas.

Mamá y papá, seguramente mis mentores a la hora de ser viajera. 
Últimamente me pregunto:

¿Cuántas etapas tiene un viaje? ¿Qué nos hace viajar? ¿Qué hace que volvamos a rememorar un viaje?

Casi diría que todas estas preguntas salen de charlas con mi madre y de escuchar a mis tías, de sangre y del corazón. 
Si urgo un poco más en mi memoria me recuerda a las largas mateadas de fin de semana que teníamos los tres mientras desayunábamos en la cocina de casa.

Creo también que tengo una búsqueda interna con el tema de los viajes. Quiero saber desde cuando me gustaron, si me educaron viajera, me picó la mosca Tsé Tsé o mejor dicho la del viaje-viajé.

Este tema suelo abordarlo contando alguna anécdota personal cuando doy alguna de mis charlas.

Viajo desde pequeña, porque a mis papás siempre les gustó viajar. Cuando no había dinero se viajaba mucho para ir a tomar un helado a un lugar especial. Mucho son 40 kilómetros, hace cuatro décadas, para ir a EL LUGAR, en una Buenos Aires sin autopistas, a pura calle y avenida lo que significaba mucho más tiempo.

Me han llevado de campamento a los dos años, a lo que hoy sería un hostel a los tres y saltamos el charco hacia Europa a mis seis años. 

Recorrimos cuatro países en 20 días. En todos los casos que tomamos tours yo era la única criatura pequeña en todo el bus. A mis padres los miraban con cara de: Oh Horror tendremos que soportar una niñita. Terminé siendo la mascota de todas las excursiones e hice quedar muy bien a mis padres. Anécdotas hay mil y mi memoria guarda bastante fielmente muchos recuerdos que las fotos de rollo y diapositivas refuerzan. Pero esa parte se las cuento otro día.

Para llegar a que yo cruzara el charco a mis jovencitos seis años, pasó antes que mi papá lo cruzara por trabajo por primera vez en 1978. 

Aterrizó nada menos que en Helsinki, Finlandia, para ser parte del equipo que pondría en marcha el rompehielos Almirante Irízar.
Estos banderines y otros souvenirs
llegaron a casa para quedarse. 

Era un joven ingeniero de 29 años, proveniente de una humilde familia de trabajadores.

Mi abuela, ama de casa, criaba a sus dos hijos, mi abuelo tenía 3 trabajos para que mi papá estudiara en la universidad. 

Con su hijo recibido de ingeniero y trabajando en su profesión, su última gran alegría fue saber que lo enviarían a este gran viaje.

Era por 3 largos meses. Le ofrecieron llevarse a la familia, pero mamá pensó que no sería fácil. Tampoco imaginaba cómo arreglárselas si me pasaba algo, pues me habían operado del corazón de más pequeña.

El país, la lejanía, el idioma finés (Suomi) que ni siquiera usaba las mismas letras romanas que nuestra lengua. Otro tema era estar por trabajo y no por turismo. Estamos hablando de épocas en las que los viajes no se sacaban desde una app. No había, o recién comenzaban las asistencias médicas en viaje y como destino, Finlandia, el fin del mundo, pero del otro lado en el norte.

Conclusión, dos nos quedamos y uno partió.
Barracas - Finlandia non stop (bueno seguramente ha de haber hecho varias escalas).

Todo el caudal que tenía mi padre en viajes era: pesca en Chascomús, playa en San Clemente, caza en Córdoba y luna de miel en Bariloche.

Sólo hoy luego de haber viajado tanto y desde tan temprana edad puedo tomar dimensión del shock que debe haber experimentado.

Fue el primero en la familia en tener un título universitario, el primero en cruzar el charco. Para mi abuela Lola debía ser un superhéroe. Para mi abuelo Luis, que lo cuidaba del cielo, pues se fue poquito antes de que él partiera, el más grande orgullo.

Debo hacer una pausa para contarles que en este punto tuvieron conmigo un problemita. Mi abuelo murió unos días antes de que papá se fuera de viaje, yo tenía 3 años. Me dijeron que el abuelo se había ido al cielo y que no iba a volver más. Cuando mi papá se fue de viaje, fuimos a Ezeiza como se acostumbraba, pues era un flor de evento. Cuando el avión despegó me dijeron que mi papá estaba en él. 

Aparte de los banderines y mis juguetes
llegaron muchas cosas: como una radio
con pasacassette que era de avanzada

para la época y una batidora Kenwood
color naranja cuando aquí sólo había
de color gris.
El avión se fue y desapareció en el cielo, en mi cabecita se igualaron los términos, si el abuelo fue al cielo y no vuelve, papá fue al cielo y tampoco vuelve. 

No había santo que me convenciera de que la historia era distinta y que él sí volvería.

Vuelvo a aclarar para los jóvenes que leen, que en 1978 no había celulares, los teléfonos públicos eran escasos y los de línea también. 

La diferencia horaria con Finlandia son 5 horas. Horas entre vuelo y conexiones, muchas más que ahora, asique al menos pasarían dos días hasta escuchar la voz de mi papá, que aparte se había ido a trabajar. 

Me acostaba a dormir esperando escuchar la voz de mi papá que llamaba en horas de la madrugada, todo lo que más podía. Esta parte de la historia me la contaron, yo no la recuerdo.

Ese viaje marcó definitivamente su vida y la nuestra. La historia sigue, de allí fue a París, porque era su sueño conocerla, más bien creo que el de mi madre.
Él le preguntó a ella incansables veces qué podía ver en París, mamá se cansó y lo mandó a contar los remaches de la Torre Eiffel.

No les conté, pero muchos saben que mi papá aparte de ingeniero era fotógrafo amateur, entonces llegó a París y simplemente se enamoró de ella. La caminó incansables días y le salieron ampollas porque había comenzado el verano.

No había Instagram, whatsapp ni facebook y estaba solo. Como a mí le gustaba hablar hasta con las piedras, asique volvía al hotel y escribía interminables cartas, una por día, que le mandaba a mi madre. Sí leyeron bien cartas, de papel, mandadas por correo con estampillas pegadas. Tampoco existía el correo electrónico y esto pasó hace menos de cuatro décadas.

Asique bien, como todo lo que se siembra con amor florece con fuerza, papá vino con ganas de que sus dos amores conocieran el mundo. 
Había ahorrado plata pues le daban para vivir, pero que por sus orígenes ahorraba, caminaba y comía en Mc Donalds. Sí, eso sí había en París en aquel entonces. 
A su vuelta mientras le contaba a borbotones todo lo vivido, trataba de explicarle a mi mamá de qué se trataba, era un lugar de comidas en el que entrabas, mirabas una foto, señalabas, pagabas y te daban lo que había en ella.

Mi papá hablaba castellano, de barracas, inglés poco, que los franceses siempre odiaron. También creo que hablaba Esperanto porque fuera como fuese se comunicaría con cualquiera para conseguir lo que quisiera. Juguete ha de haber sabido decir, porque me trajo muchos de todos los lugares en donde estuvo. Eran raros y cuando pude despegarme de sus brazos y darle cientos de besos, esos juguetes, ese olorcito que tenían, eran mi tesoro.
Por suerte pude llevar de la mano a alguien que pensaba que los que viajaban eran gente rara. Se transformó en un viajero apasionado que ahora, calendario en mano, planifica hasta tres viajes de frente al futuro.

Asique volviendo al principio de las tres preguntas,
¿Cuántas etapas tiene un viaje?
¿Qué nos hace viajar?
¿Qué hace que volvamos a rememorar un viaje?

Para mí, el viaje tiene cuatro etapas, cuando se lo sueña, cuando se lo planifica, cuando se lo hace y cuando se lo recuerda.

Nos hace viajar: nuestra historia, nuestra búsqueda, nuestra educación, de dónde venimos o quién nos lleva de la mano a descubrir algo que aún no nos había llamado la atención.


Con la tía en la charla sobre la
importancia del punto de fuga y
su significado. MOMENTOS DE
VIAJE.
Mi tía Marta en Troya, en Turquía, mientras comprábamos unos caballitos muy pequeñitos, réplicas del grande, me enseñó sobre los puntos de fuga que ella tiene en su consultorio. Un concepto muy interesante en psicología clínica, que no viene al caso que les cuente en detalle pero que es más o menos así: vos mirás algo algo y eso te puede transportar hacia un lugar en el que estuviste.

Como yo no lo uso para trabajar, me atrevo a agregar algo más, se rememora, al oler algo, o al comer algo que ocurrió en un viaje. Por eso es tan bueno ANDAR por los lugares, mezclarse con su gente, comer sus comidas y escuchar sus sonidos. Viajar despacio te garantiza la mayoría de las veces un recuerdo duradero.

Igualmente la percepción al igual que los recuerdos son subjetivos. Rememorar el viaje para mí sirve como trampolín para el próximo.

Afuera hay un mundo para conocer, yo tengo mi mapa y lo voy completando con viajes en tren, avión, bus, tranvía, tirolesa, ski, vaporetto o crucero.

En ellos toco piedras milenarias, degusto nuevos postres, oigo distintos ritmos o llamados a la fe, me pregunto o descubro a qué huele un lugar.

Trato de percibir a través de los cinco sentidos lo más que puedo. Somos seres muy visuales, a veces es muy enriquecedor cerrar los ojos para escuchar, oler, tocar y degustar.

Gracias a todas esas experiencias es posible que en un odioso día en que la vida nos encuentre superados, un remolino llegue a nuestra cabeza con todos esos recuerdos. 

Seguramente entonces podremos fugarnos a ese espacio y tiempo donde disfrutamos la experiencia de lo nuevo, de lo distinto, de la aventura, de conocer otras realidades y entonces luego volver a la nuestra renovados para seguir adelante.

Más allá de que acuerden o no con mi parecer en este tema, creo que todos sabemos que lo único que se va con nosotros es lo vivido, y lo VIAJADO claro!!!

Hasta la próxima!

En este BLOG se habla mucho sobre accesibilidad pero también sobre estas cosas, lo que pasa por dentro. ¿Por qué viajamos? ¿Por qué volvemos a viajar?, ¿Por qué no podemos dejar de viajar?

Debajo de este les dejo otros post con temas similares.

Buenas rutas!!!

HERIDAS VIAJERAS Las mochilas que nos llevamos de viaje.

LA SILLA MÁGICA DE ANITA  la visión de un niño sobre una silla de ruedas. Para Anita la llave hacia la fiesta. 

VOLVER A EMPEZAR Una impensada historia de vida en DISNEY

OLORES Y SONIDOS de ESTAMBUL Una ciudad a través de otros sentidos.

NEW YORK Volver a una ciudad y caminar sobre recuerdos.

PARÍS antes de PARÍS Planear y soñar con volver.

PARÍS la experiencia y el síndrome De la expectativa a la experiencias