Lo que ví al entrar por EL COSTADO a la Mezquita Azul. |
Hace un tiempo les conté cosas sobre cruceros en dos post, uno llamado Para qué sirve un crucero y otro Una ciudad flotante y accesible. Haciendo clic en estos títulos pueden leer las razones y las comodidades al elegir un crucero.
Hoy sólo les quiero hablar de Estambul, uno de los dos destinos que visitamos en Turquía en aquella oportunidad.
Fuimos en el número 7 de los más de 50 buses que salieron por parte del MSC Divina ese día. En cada uno había con gente que hablaba español, inglés, portugués y varios idiomas más.
Llegamos a Estambul antes del amanecer del lado asiático. Salimos a primerísima hora y cruzamos el puente hacia el lado europeo cuando la ciudad acababa de despertar. Todo luego pareció un sueño pero por suerte fui haciendo el avance cuadro por cuadro del recorrido hasta llegar a nuestra primera parada.
Foto: El MSC Divina desde el Bus, los 16 pisos se ven como si hubieran estacionado un edificio en el Puerto |
Foto: Estambul: bella, limpia y con mucho para observar a un lado y por de esta gran avenida, por la que también transitaba el tranvía. |
Foto: la primera mezquita que ví. |
Foto: el cartel que me contaba que estaba en la parte moderna de Estambul. |
Foto: El Puente de Gálata, camino al lado europeo. |
Foto: Amanece en Estambul, agua, barcos y gente que camina y otra que pesca |
Foto: más sobre el puente, detalle de la gente pescando y colorida publicidad sobre una estructura. |
Foto: Llegando al lado europeo, sobre la derecha, otra gran mezquita. |
La excursión tenía como objetivo conocer La mezquita azul, Santa Sofía y el Gran Bazar.
La guía hablaba muy bien y fluido en castellano. Comenzó a relatar a toda velocidad la historia de Turquía que es muy vasta.
Desde Argentina la estudiamos muy brevemente sólo en el primer año de la secundaria, eso sumado a llegar de madrugada a destino hizo que para muchos la mujer fuera como una radio en nuestro recorrido desde el barco hasta la Plaza de Sultanahmet.
En Estambul como en todas las ciudades, luego de nuestra primera parada, tuvimos un asistente personal para ambos, lo cual hizo que aún nos moviéramos con más tranquilidad ya que teníamos a nuestro lado alguien que conocía el destino y tenía amigos y conocidos en la ciudad.
Esto no sucede con todas las personas que van en silla de ruedas.
El cuento: en nuestra primera excursión comprada al crucero, por impericia del personal que no supo cuál era la salida accesible a tierra (con rampa) , nos quedamos fuera del bus de la excursión en español.
Resultado: nos subieron a un bus de alemanes con un traductor en español hasta llegar a Alberobello, (cerca de Bari en Italia) donde nos unirían a un tour en inglés, en el cual el guía, italiano, nos aceptó con cara de desprecio.
Todo esto, junto implicó un fuerte reclamo a bordo, en el que pedíamos el reembolso del valor de la excursión. No lo conseguimos pero desde esa excursión en adelante se aseguraron que llegaramos a destino en tiempo y forma.
Resultó muy cómodo el sistema que nos brindaron para hacer la excursión, era un aparato con auriculares, a través del cual se escuchaba la voz de la guía, por lo cual ella no tenía que andar gritando sino que hablaba sin tener que alzar la voz.
Mientras todos la seguíamos cual patitos a la pata mayor en un lago. El aparato tenía control de volumen, con lo cual era bueno para cualquiera con distintos niveles de audición. Sólo perdía fidelidad si uno se alejaba del grupo.
Nuestro primer lugar a visitar fue la Mezquita Azul, y también fue la primera vez que nos separamos del grupo, fuimos con la asistente, éramos tres.
Todos accedieron por el frente, nosotros por una entrada en el patio de costado a través de una rampa larguísima. Ya me andaba molestando esto, hasta que llegamos... Mientras nuestros compañeros de tour tuvieron que hacer 20 minutos de cola junto al resto de los otros tour en diferentes idiomas, nosotros llegamos a este patio con una vista preciosa y lo mejor de todo estábamos casi solos, por lo cual tuvimos tiempo para apreciar detalles de este patio por donde entran los fieles para rezar en cualquier de los 5 llamados diarios.
Detrás de esa especie de fuente, donde se lavan pies, manos y cara antes de entrar a la mezquita.
Por entrada es por la que accedimos.
Sólo me faltaban unos minutos para sorprenderme aún más. Al llegar a la entrada sabía que debíamos quitarnos los zapatos y me preguntaba cómo harían con la silla porque técnicamente LA SILLA ERAN MIS ZAPATOS...
Foto: cartel en el suelo que dice que está prohibido pararse con zapatos, a la derecha, la silla de ruedas que me prestaron y en la que me pude sentar luego de sacarme los zapatos |
Foto: la rampa para acceder en el patio de la Mezquita Azul |
Adentro, la mezquita es totalmente a pie plano con lo cual lo único que hay que hacer es mirar hacia arriba y quedarse con la boca abierta.
Siguen estas palabras una pequeña colección de fotos con alguna breve explicación.
Foto: Adri concentrado en el techo, la foto sirve para apreciar el enorme diámetro de la columna |
Foto: A cada uno le sorprende algo distinto. En el mismo lugar cada uno con su propia mirada. |
Foto: Todos descalzos parce más un pijama party que un lugar de oración. |
Foto: Mirando hacia arriba uno se pierde en la inmensidad y belleza de la decoración en la que predomina el color azul. |
Foto: Todos bajo el mismo techo bebé (a la derecha) mujer con pollera y velo a la izquierda. También se puede apreciar la altura y la proporción con los visitantes. |
En cuanto a accesibilidad, en esta experiencia de Estambul de la mano nos fue muy bien. En la Mezquita azul, la silla que me prestaron.
Foto: recién salida de la Mesquita Azul y de fondo Santa Sofía hacia donde íbamos. |
Foto: la guía que hablaba en la puerta de Santa Sofía. En la primera chica sentada se vé el aparato que llevábamos para escucharla. |
Foto: Rampa con baranda en el suelo a la entrada de Santa Sofía Un peligro chino en un lugar de tanto tráfico y con tanta gente que entra mirando hacia arriba. |
Foto: Otra rampa pero sin baranda... ¿Por qué la rampa no abarca toda entrada si TODOS la usan para accidente? |
Foto: Imponente el Cristo Pantokrator en el portal de entrada de Santa Sofía. |
Foto: Entrando invade la luz, el dorado típico de las iglesias ortodoxas y las grandes monedas con inscripciones de cuando Santa Sofía fue Mezquita |
Foto: Más detalle de las monedas y una pintura de la virgen en el ábside |
Foto: Suerte que andaba sentada, las arañas tan grandes y bajas parecen que se te vienen encima. |
Al fondo el Mihrab, al lado esa escalerita con doble entrada, no recuerdo qué es pero era importante... tendremos que volver |
Esta foto bien parecería el del interior de una Mezquita. |
Foto: Las manos de Adri concentrado en los detalles del techo. |
Foto: Enorme urna de mármol traída de Pérgamo hecha en ¡una sola pieza! |
Foto: La asistente personal que nos puso el crucero comprando castañas para que probáramos delicias turcas! Aparte de no dejarnos ni a sol ni a sombra, iba acercando souvenirs... |
En un ratito llegamos cerca del mercado, bajamos y había un supermercado DIA, (como los que hay en Buenos Aires) raro... y a la vez le daba algo de lugar conocido...
Caminamos por una peatonal muy concurrida, el tour incluía una visita a una fábrica de alfombras. Como siempre era difícil zafar de la misma, pero confiando en mi buena dialéctica miré a la guía y le expliqué que como no sabía volar en alfombra las mismas eran un estorbo para mi bastón! Nada conmovía a la guía... pero al llegar el negocio tenía tres escalones hacia abajo para acceder, no lo escribiré pero imaginen mi cara y mi respuesta! Resultado: disfrutamos de la peatonal hasta llegar al Gran Bazar nuestro último punto a conocer en nuestra excursión antes de partir.
Tras este gran portal hay un patio y luego comienza el Gran Bazar que por cierto es techado... otra sorpresa para mí.
Dentro del Gran Bazar el suelo era bastante plano. Vale aclarar que hay muchas entradas por lo cual es bueno recordar el número de puerta o al menos sacar una foto para saber a donde regresar.
Al ir internándose en el mercado había desniveles importantes, igualmente aconsejan recordar la avenida a tomar, está la del oro, la de las lámparas, otra dedicada a dulces y especias, si no se pone porque puede ser difícil salir.
Ya que teníamos más tiempo dado que no habíamos ido a ver cómo hacían las alfombras nos internamos un poco más y descubrimos algunas cosas que nos sorprendieron.
Foto: Pórtico de entrada (uno de los muchos) le saqué una foto por si me perdía porque por allí debía salir. |
Chucherías en el Gran Bazar para una gran picada. |
Foto: Cafetería dentro del Gran Bazar... más sorpresas y un TV LED enorme que no recuerdo qué función tenía |
Foto: Salvo el precioso techo y la cámara DOMO esta era mi idea del Gran Bazar |
Ojitos en todos los formatos, el souvenir típico de Turquía |
Foto: bandera y cartelería. autor: Adrián González |
Foto: por aquí estábamos casi perdidos y encontramos esa estructura dorada en medio de los negocios, realmente preciosa. No sé qué es... otra causa para volver! Foto gentileza de de Adrián González |
Foto: lámparas muy típicas de Turquía en un negocio. Gentileza de Adrián González |
Foto: más bellezas a la venta en el Gran Bazar, coloridas y super limpias dan ganas de llevárselas a casa. Foto gentileza de Adrián Gonzalez |
Foto: turbantes, gorritos y demases la mirada de un fotógrafo capta lo que al resto se nos escapa, foto gentileza de Adrián González |
Luego de mucho rato en el Bazar emprendimos la vuelta terminando la tarde, donde pudimos vivir lo que es el tráfico en hora pico en una ciudad con 15 millones de habitantes.
Luego de un largo rato avanzando lentamente llegamos al puerto y subimos al Crucero, (la nave nodrisa).
Una hora más tarde el piso 16 nos despedimos de Estambul al atardecer con la sensación de que esta visita DE LA MANO POR ESTAMBUL había sido mitad real, mitad un sueño.
La partida se dió en un ámbito casi mágico en un atardecer con el perfil de las Mezquitas más famoas de la parte antiguas de Estambul. Muchas fotos mucha gente, muchas palabras de asombro en diferentes lenguas. El atardecer suele ser precioso y más aún si es en el mar. Ante esto una sola opción: volver por más!
Habiendo pasado el día entero, en una porción muy pequeña de la ciudad y muy turística la sensación que nos quedó fue la de una ciudad ordenada, limpia y amable con el turista.
Foto: de izquierda a derecha, el Palacio Topkapi y la Torre de Gálata, dos causas más para volver. |
Foto: el atardecer de izquierda a derecha La Mezquita Azul y Santa Sofía al atardecer desde el último piso del MSC DIVINA. |
En el post todas las imágenes que al pie dice FOTO pertenecen a la autora del blog, para que quede claro para los lectores que usan programas de lectura para personas ciegas de baja visión.
www.flickr.com/photos/adriangonzalez
Si querés saber más sobre Turquía y Estambul te invito a leer los siguientes post:
ESTAMBUL llegando en Crucero
TURKISH AIRLINES y Aeropuerto ATATURK
ESTAMBUL Olores y Sonidos
SPECTRA - Pequeño gran hotel en ESTAMBUL
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